El bilingüismo a edad temprana reduce los síntomas de la dislexia
Según un estudio, si un niño aprende dos idiomas, uno «opaco» y otro «transparente», tendrá más facilidades para adquirirse a lecturas del lenguaje más complejo
Actualizado:14/06/2018 05:24h
La dislexia es un déficit de la capacidad de leer que dificulta el aprendizaje y que afecta a entre el 3 y 10 % de la población. Su transmisión es en parte genética, y su diagnóstico se realiza en menores de entre 8 y 9 años, aunque los síntomas se manifiestan antes. Hasta el momento, la única forma de combatir la dislexia era a través de tratamientos precoces adaptados a la edad y síntomas del paciente.
Una investigación desarrollada por el Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de San Sebastián y la Universidad galesa de Bangor ha demostrado que algunas combinaciones de bilingüismo, transmitidas desde edades muy tempranas, contribuyen a reducir los síntomas de este trastorno del lenguaje.
Según informa el BCBL, una de las conclusiones de este estudio es que los niños disléxicos que aprenden a la vez un idioma que se pronuncia como se escribe, como el castellano, y una segunda lengua como el inglés, en la que la misma letra puede tener varios sonidos, sufren menos esta alteración cuando leen o escriben en este último idioma.
La investigación, realizada con la participación de 60 adultos, muestra por primera vez que este trastorno de la lectura afecta con menor severidad a personas con esta combinación de bilingüismo que a las monolingües, ya que existe una transferencia entre idiomas que permite a un bilingüe apoyarse en los recursos que usa en una lengua para ayudar a procesar otra más compleja.
El objeto principal del estudio consistía en comprobar si un bilingüismo adquirido por niños que aprenden a leer en inglés y galés al mismo tiempo podía beneficiar a quienes sufrían dislexia evaluada en la lengua inglesa. «Y la respuesta es que sí», asegura la investigadora del BCBL Marie Lallier, una de las autoras del estudio.
La investigación se realizó con adultos que en su infancia crecieron con estos idiomas como lenguas maternas porque el galés es un idioma de los denominados «transparentes», pues sus letras siempre tienen el mismo sonido, al igual que ocurre con el castellano. Sin embargo, el inglés, al igual que el francés, es considerado una lengua «opaca», en las que una misma letra puede tener varios sonidos al ser leída.
La hipótesis, ahora confirmada, de la que partió el estudio planteaba que si un niño aprende un idioma «transparente» junto con otro «opaco», el primero contribuirá a ayudar a «la descodificación o la adquisición de la lectura del más complejo».
«Ahora los resultados han sido concluyentes, puesto que el déficit de lecto-escritura en inglés que sufrían las personas disléxicas que habían aprendido a hablar en galés e inglés era menos fuerte que el de quienes habían adquirido solo un idioma opaco. Una diferencia significativa y bastante clara», en conclusión de Marie Lallier.
生词:
dislexia f. 失读症 -disléxico adj.患有失读症的,失读症患者
opaco adj. 不透明的;无光泽的,黑暗的
precoz adj. 提前的,提早的;早熟的 -tratamientos precoces 预防治疗
procesar tr. 处理,加工;对……控告
galés m. 威尔士语
descodificación f. 解码 -codificar 编码 -código 码
concluyente adj. 结论性的;不容置疑的;确凿的
La empatía también está en los genes
Ser más o menos empático puede depender de la carga genética y también del aprendizaje
MADRIDActualizado:17/06/2018 05:19h
La empatía, es decir, la capacidad de ponerse en la piel de otra persona, no solo es fruto de la educación recibida o de la propia experiencia, sino que también tiene un componente genético. Lo dice un estudio liderado por la Universidad de Cambridge que apunta que las mujeres son más empáticas que los hombres y que las personas con autismo tienen disminuida esta capacidad.
Una capacidad que, según el neurocientífico y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC Diego Redolar, también podría estar alterada en personas que sufren otras patologías, como esquizofrenia, trastorno de Asperger (un síndrome del espectro autista), trastornos de personalidad u otras condiciones psiquiátricas. La explicación, según el experto, hay que buscarla en las bases neurales, «un conjunto de circuitos cerebrales subyacentes a lo que llamamos teoría de la mente que, en el caso de estas personas, no funcionan correctamente». Redolar explica que la teoría de la mente es la habilidad para comprender y predecir la conducta de otras personas, sus conocimientos, las emociones, las intenciones y las creencias.
En esta capacidad tan humana de percibir e interpretar las emociones de los demás, es decir, de sufrir cuando los demás sufren o de alegrarnos de la felicidad de los demás, ejercen un papel destacado las áreas frontales del cerebro; en concreto, algunas regiones de la corteza prefrontal derecha, la amígdala, la corteza cingulada anterior y la unión temporoparietal. «Los lóbulos frontales son muy importantes en las funciones cognitivas más específicamente humanas, como la autoconciencia, la personalidad, los juicios morales o la empatía», explica Redolar, que diferencia entre dos tipos de empatía: la cognitiva y la emocional.
La primera está relacionada con la capacidad de conocer los pensamientos y sentimientos de otra persona, mientras que la segunda se refiere a la capacidad de reaccionar con una emoción apropiada a los pensamientos y sentimientos de los demás.
Un estudio en el que participan los investigadores de la UOC Elena Muñoz, Raquel Viejo y Diego Redolar parte de la tesis de que para cada uno de estos tipos de empatía intervienen estructuras cerebrales concretas: la amígdala y la corteza prefrontal ventrolateral son estructuras fundamentales en el reconocimiento emocional, y la corteza prefrontal dorsolateral es una región esencial en el control cognitivo. Redolar apunta que lesiones en esta parte del cerebro producen alteraciones en la toma de decisiones y el funcionamiento ejecutivo en el procesamiento de la información.
Sin embargo, Redolar quiere dejar claro que la empatía no solo se explica por el factor genético, sino por muchos otros factores. «No podemos decir que tenemos el gen de la empatía. Si no se esconde ninguna patología detrás, tenemos que hablar de funciones multifactoriales», sostiene el profesor, que también es investigador del grupo de investigación Cognitive NeuroLab de la UOC. Añade que ser más o menos empático puede depender de la carga genética, pero también del aprendizaje o la experiencia vital de cada persona.
Las mujeres, más empáticas
De hecho, el estudio liderado por la Universidad de Cambridge, publicado en la revista Translational Psychiatry, constata que solo el 10% de las diferencias individuales de la empatía en la población se deben a la genética y que es muy importante conocer los factores no genéticos que explican el 90 % restante. El estudio no ha identificado todavía los genes específicos involucrados en la empatía.
El estudio, en el que también participó la Universidad París Diderot, el Instituto Pasteur de París, el Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) y la empresa estadounidense 23andMe, también revela que las mujeres son más empáticas que los hombres. En promedio, la puntuación de las mujeres en el cuestionario es de 50 sobre 80, mientras que la de los hombres es de 41 sobre 80. Pero esta diferencia, según se desprende del documento, no se debe a nuestro ADN, sino que se explica más bien por factores biológicos, como la influencia de la hormona prenatal, u otros factores, como la socialización.
El estudio también encontró que las variantes genéticas asociadas a un nivel de empatía más bajo también se vinculan a un riesgo de autismo más elevado. De hecho, estudios anteriores ya habían puesto de manifiesto que, en promedio, las personas con autismo tienen una puntuación más baja en el test, un hecho que se debe a que son personas que tienen dificultades con la empatía cognitiva (la capacidad de conocer los pensamientos y sentimientos de otra persona), aunque pueden mantener intacta la empatía afectiva.
En la muestra de este estudio participaron 46.000 personas, que completaron el Empathy Quotient, un test diseñado hace quince años por la Universidad de Cambridge y que mide tanto la empatía cognitiva como la afectiva. Además, se les tomó una muestra de saliva para hacer el análisis genético.
La UOC también estudia la empatía
El estudio de la UOC pretende analizar la contribución que tienen dos regiones de la corteza prefrontal (la dorsolateral y la ventrolateral) en la empatía. El enfoque es diferente a muchos de los estudios llevados a cabo hasta la fecha sobre este tema. «Hasta ahora, muchos de los estudios eran correlacionales, es decir, el investigador observaba qué regiones se activaban cuando la persona hacía una tarea determinada, pero no daba una explicación causal», explica el profesor Redolar. Y es aquí donde el estudio de la UOC quiere profundizar. Con este objetivo, el estudio inactivará ambas regiones para ver cómo esta función afecta a las tareas que se utilizan para evaluarla en el laboratorio. La hipótesis de la que parte el estudio es que la parte ventrolateral estará implicada en los aspectos emocionales de la empatía, mientras que la dorsolateral lo estará en los aspectos cognitivos.
El estudio, financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, tiene una vigencia de dos años y está previsto que concluya en 2019.
La empatía vista por el psicoanálisis
La aproximación a la empatía que hacen los psicoanalistas es diferente a la de los neurocientíficos. El psicoanalista, profesor y colaborador de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC José Ramon Ubieto explica que el psicoanálisis se refiere a la empatía con otro término, identificación, «que designa el vínculo primario de un sujeto con otro. Una identificación que puede presentarse de diferentes formas»: por ejemplo, cuando los hijos repiten la elección de profesión del padre o la madre o cuando ante un problema sentimental de un adolescente (por ejemplo, una ruptura o un embarazo no previsto), el resto del grupo se identifica con este problema, empatiza con esa persona y reacciona con el mismo dolor.
Para Ubieto, el caso más extremo de identificación masiva son los fenómenos de sugestión, ya sea por motivaciones religiosas o políticas, en los que la empatía con los demás puede llegar a anular la propia singularidad. El experto pone como ejemplo los casos de fanatismo religioso o político en los que el grupo comparte una idea que lo cohesiona.
«Podríamos concluir que la máxima empatía es, al mismo tiempo, el máximo desconocimiento de lo que uno quiere y desea», afirma Ubieto. Algo diferente, añade el profesor, es la disposición de cada persona para ayudar a otra cuando se encuentra con algún problema. Según el experto, esto no depende del grado de empatía ni de la capacidad de identificarse con ella, sino de la capacidad para amar que cada uno tiene.
生词:
autismo m. 自我中心主义,孤独症,自闭症 -autístico adj.
esquizofrenia f. 精神分裂症,人格分裂 -esquizofrénico
subyacente adj.隐藏在……下面的 +a algo
corteza prefrontal 前额皮层 corteza cerebral 大脑皮层
amígdala f. 扁桃体
lóbulo m.耳垂;(肺,肝,脑)叶
ventrolateral adj. de vientre
en promedio 平均地
hormona f. 激素,荷尔蒙 hormona del crecimiento 生长激素 hormona sexual 性激素
intacto adj. 未触动过的;完整无缺的;未经研究的,未涉及到的
correlacional adj. 相互关联的 -correlacionar
dorso m. 背,脊背
fanatismo m. 狂热